Los microorganismos que causan las enfermedades infecciosas
pueden entrar en nuestro cuerpo por diferentes vías:
- A través de heridas.
Las roturas de la piel permiten a los microorganismos y virus entrar en
contacto con la sangre, donde se pueden reproducir y distribuirse por el resto
del organismo.
- Por el aparato
digestivo. Sucede cuando ingerimos, o simplemente introducimos en la boca,
alimentos o bebidas contaminadas con estos organismos.
- Por el aparato
respiratorio. Muchos virus y bacterias se propagan por el aire, por ejemplo
mediante el estornudo o la tos de una persona enferma.
- Limpiar y desinfectar bien las heridas, incluso los rasguños. Si es una herida profunda, conviene que la examine un médico.
- Lavarnos las manos antes de comer o manipular alimentos.
- Lavar los alimentos que vamos a consumir crudos.
- Evitar compartir los cubiertos, el vaso o el plato de la comida con otras personas que puedan estar enfermas.
- No andar descalzo por sitios como piscinas o vestuarios.
LAS VACUNAS
Algunas enfermedades infecciosas también se pueden prevenir
mediante vacunas. La vacunación
consiste en introducir en nuestro cuerpo el microorganismo o el virus causante
de la enfermedad, pero muerto o inactivo. Nuestro organismo lo reconoce como
algo extraño y reacciona produciendo unas sustancias que lo destruyen. Si el
mismo tipo de microorganismo o virus entra de forma natural en nuestro organismo,
este ya está preparado para impedir que se produzca la infección.
Las vacunas son muy eficaces contra los virus y contra
algunas infecciones bacterianas, como el tétanos. Algunas se administran
mediante una inyección; otras, como
la de la poliomielitis, se beben.
TRATAMIENTO DE LAS
INFECCIONES
Cuando los causantes de una enfermedad infecciosa son microorganismos, los médicos recetan antibióticos, que son sustancias que destruyen a estos seres vivos.
Por el contrario, los virus no pueden eliminarse con antibióticos. En las infecciones por virus, los medicamentos se recetan solo para aliviar los síntomas de la enfermedad, como el dolor de cabeza, la fiebre y el malestar. En este caso es el propio organismo el que supera la enfermedad. Beber agua en abundancia y descansar ayudan a conseguirlo.